La red de transporte ferroviario subterráneo más extensa de Europa continental, el Metro de Madrid, ha transformado la vida de la tercera ciudad más grande de Europa. En 2020, el Metro de Madrid celebró un siglo de constante progreso y expansión. ¿Te apetece descubrir su historia?

Alfonso XIII realizó algunos de los proyectos de renovación y desarrollo urbanos más ambiciosos que jamás había experimentado su capital: La ampliación de la red de tranvías eléctricos; el asfaltado de más de un centenar de calles de tierra y adoquines; la instalación de los primeros ascensores hidráulicos de la ciudad en edificios de oficinas y residenciales; la inauguración de la Gran Via; y la inauguración del sistema de Metro de Madrid que, el año pasado, celebró su centenario.

El Metro de Madrid fue un proyecto que, inicialmente, encontró una fuerte resistencia en torno a la lógica de construir una red ferroviaria subterránea en lo que entonces era una pequeña ciudad con poco tráfico por carretera; pero que, a día de hoy, esta es la quinta red del mundo más importante en número de estaciones, detrás de Londres, Nueva York, Shanghái y París.

Fue la donación personal del rey de un millón de pesetas, la que hizo realidad este proyecto, bautizado como Compañía Metropolitana Alfonso XIII, y, ahora, rebautizado como Metro de Madrid.

El rey Alfonso XIII abre el Metro de Madrid

La primera línea de metro que entró en servicio cubrió un recorrido de dos kilómetros entre el barrio obrero de Cuatro Caminos y la Puerta del Sol, la plaza que marca el punto de partida de todas las vías de salida de la ciudad. El rey, junto a la familia real y el séquito asistente, participó en el viaje inaugural en Metro, deteniéndose en cada una de las ocho estaciones a lo largo de la ruta (ahora reducida a seis) antes de bajar en Cuatro Caminos, donde disfrutó de un almuerzo en el andén.

La expansión del Metro continuó ininterrumpidamente, incluso durante la Guerra Civil Española. La tercera línea se abrió en agosto de 1936. El sistema se mantuvo funcionando durante todo el conflicto y las estaciones más profundas sirvieron como refugios antiaéreos.

El gran impulso fue el plan de cuatro años de 1995 a 1999, en el que la décima línea se extendió a los suburbios en su mayoría de clase trabajadora al sur de la ciudad a través de Metrosur. Esta línea circular de tren ligero proporcionó acceso al centro de la ciudad a aproximadamente un millón de personas que vivían en distritos relativamente remotos.

Metro de Madrid

Una de las recompensas de la mejora de la red de Metro de Madrid ha sido el descubrimiento de tesoros arqueológicos, hecho que ha convertido al Metro de Madrid en una atracción cultural e histórica.

En ella se puede disfrutar de historia: fósiles que van desde antiguos dinosaurios hasta tortugas gigantes; de arte: en la estación que lleva su nombre se reproducen 70 cuadros de Francisco de Goya, mientras que el amplio andén de la estación de Hortaleza está decorado con cerca de 4.000 dibujos que representan la obra de construcción de un túnel ferroviario. E incluso de eventos públicos: el festival de fitness de tres días que se celebra en la gran estación de Nuevos Ministerios que conecta el centro de la ciudad con el aeropuerto de Barajas.

Además de descongestionar el tráfico rodado y aliviar la contaminación de las grandes ciudades, el metro imprime un carácter distintivo en algunas ciudades, convirtiéndose, en muchos casos, en todo un icono de cada ciudad representada.

Como el metro en España ayudó a construir una ciudad